La felicidad
Para alcanzar la felicidad es importante redescubrir los pequeños placeres cotidianos.
En un estudio de la Universidad de Edimburgo se han identificado los factores que podrían determinar nuestra felicidad.
Este estudio llegó a la conclusión que la felicidad depende de:
a) 50% de nuestros genes.
b) 10 % de factores exógenos como el dinero, la apariencia física, estatus social…
c) ¡40% de nosotros!
¿Qué podemos hacer con este 40%?
a) Encontrar un propósito en la vida. Identificando nuestros puntos de fuerza, debilidades y aprovecharlos para lograr nuestros objetivos.
b) Redescubrir los pequeños placeres de la vida. No es necesario que nos fijemos objetivos muy ambiciosos. Es decir, es suficiente con dedicar al menos una hora al día a pequeños placeres como frecuentar a nuestros amigos, hacer ejercicio…
c) Seguir el flujo. Descrito como un estado en el que somos capaces de vivir momentos de immersión completa (concentrados) en la actividad que estamos realizando (este término fue acuñado por la psicóloga Mihaly Csikzentmihalyi ).Estar en el presente, estando presente en las cosas que suceden.
d) Elegir nuestras reacciones. Los eventos pueden ser imprevisibles, pero dependerá de nosotros como reaccionamos ante ellos.
e) Dar. Un experimento de la Harvard Business School dividió un grupo de participantes en dos clases, a los primeros les pidió que comprarán algo para ellos, al otro grupo le pidió que gastará una suma en los demás.
Para concluir, el estudió puso de manifiesto que el segundo grupo (los que habían comprado algo para los demás) habían demostrados ser más felices.
Por tanto, no hay que referirse exclusivamente al dinero también vale, regalar tiempo, atención, compromiso, amor…
f) Dejar de repetirnos “cuando”.
Cuando me jubile
Cuando me toque la lotería
Cuando tenga un hijo
Cuando pierda 10 kilos
Entonces…
Seré feliz
No ates tu felicidad a eventos futuros, a los «cuándo».
Atarnos a eventos futuros no hará más que aumentar nuestra insatisfacción ya que tendemos a sobreestimar lo que pasará, una vez ya ocurrido viviremos un periodo corto de euforia y después todo volverá a la normalidad.
Es fundamental dejar de ver la felicidad como un objetivo: seré feliz cuando obtenga esto o lo otro.
Otras personas piensan que la felicidad está muy relacionada con
tener una gran cantidad de dinero. Si bien es cierto que el dinero
ayuda, diversos estudios han puesto de manifiesto que superado un
mínimo nivel de ingresos nuestra felicidad no se ve afectada.
g) Aprende a liberarte de tus historias. Dejar de repetirte que eres infeliz porque te maltrataron de niño, porque tu pareja te abandonó, porque querías un hijo que nunca llegó…no revivas el dolor del pasado continuamente.
h) Entrénate para lo inesperado. Aprende a preguntarte cada día ¿Qué
paso de nuevo hoy? ¡Qué bien te lo has pasado en esa fiesta a la que
no pensabas ir! Sal de la rutina.
j) Hasta ahora quizás has estado haciendo cosas que eran siempre útiles
para algo. Despréndete de la “utilidad” y empieza a hacer cosas que
siempre has deseado hacer, aunque no sean útiles. Tu cerebro
necesita deshacerse de ese lastre del “utilitarismo” para relajarse.
No olvides que la felicidad no es un objetivo a alcanzar, la felicidad es
el camino, no la meta.
Os dejo aquí un par de pósters que Atrevida ha preparado para la ocasión con más puntos que nos permitirán alcanzar ese 40%.

